Más conocida desde siempre como la calle de los vinos.En la actualidad es la más animada y bulliciosa de todas. Aunque es una calle más amplia que las anteriores, los fines de semana se queda pequeña y se hace difícil atravesarla ya que en ella la juventud se reúne para charlar con los amigos y desconectar del trabajo y los estudios. En esta calle termina nuestro «picoteo».